En el programa de hoy hemos tratado con Pedro García Aguado un asunto muy interesante: El sentido del ridículo en nuestros hijos y las diferentes reacciones que presentan frente a este problema.
En este caso concreto, se trata de un adolescente de 17 años que acostumbraba a sentirse aterrorizado ante la mínima oportunidad que se presentaba de hacer el ridículo en público. El asunto se ha complicado ya que, desde hace unos meses, presenta ataques de ira y cada vez más «pasa del lloro a la agresividad«.
Para analizarlo, nuestro especialista ha compartido una experiencia personal. En su caso, una anécdota aprendiendo a escribir el cuatro se acabó convirtiéndose en un importante «daño al ego», que le llevó a tener inexplicables ataques de ira y una baja autoestima.
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Por eso, Pedro García Aguado aconseja a la atrevida Karen que lo solucionen con ayuda terapéutica para acertar con el origen del problema de su hijo. Y no debe olvidar que nada justifica que ese adolescente pague la ira con el resto. «Sus actos deben tener consecuencias; no podemos ser permisivos«, concluye.