Asegura que su hijo ha cumplido con todas las restricciones desde el fatídico mes de marzo, aunque la presión de sus amigos ha podido con él para el 31 de diciembre. «Mi hijo dice que saldrá en Nochevieja porque todos salen menos él… Y si no sale, está socialmente muerto», le justifica el hijo.
En esa decisión, les ha tratado de convencer diciendo que guardará una cuarentena de diez días para no poner a nadie en peligro. Sin embargo, ¿es un gesto suficiente para darle esa libertad en Nochevieja?
Nuestro compañero se ha visto sorprendido por un claro caso de «chantaje» y pide cumplir las normas siempre y sin excepción. «Nos estamos jugando la vida», recuerda Pedro García Aguado.