Melyssa no es la única víctima de Tom (La isla de las tentaciones 2): destapan todas sus mentiras

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El pasado domingo La isla de las tentaciones emitió uno de los programas más duros para una de sus concursantes. Melyssa descubría finalmente la infidelidad de su chico, Tom Brusse, con una de las solteras. Su desconsuelo y sufrimiento, así como la petición a Sandra Barneda entre lágrimas de abandonar el lugar fue seguido por casi tres millones de espectadores.

Las mentiras y los argumentos de su pareja llevan siendo criticados desde hace ya varias entregas y este domingo llegaron a su punto más álgido. No obstante, el gran juicio del de Marrakech llegaría horas más tarde, con la emisión de Socialité, el programa de Telecinco presentado por María Patiño.

La presentadora no dudó en cargar contra la actitud de Tom. “A esta chica se le ve realmente inocente y a él no tengo palabras para describirlo porque es un cobarde para justificar lo que realmente desea hacer en cada momento”, expresaba Patiño. Además, no dudaba en incorporar una amenaza a su discurso: «¡Que no me encuentre a Tom por los pasillos de Mediaset!«.

A pesar del dolor causado, Tom Brusse logró hacer sentir a su chica culpable de la infidelidad de él. «Cuando estás realmente enamorada terminas pensando en él más que en tu propio dolor«, expresaba su rabia la presentadora, muy acorde a los argumentos que los espectadores habían compartido en redes sociales.

Las mentiras de Tom, al descubierto

Pero eso no es todo. Según el programa, Melyssa no ha sido la única víctima de las mentiras de Tom. Este habría mentido a sus compañeros y a la audiencia, ante la que presume de su gran fortuna. En alguna ocasión ha llegado a decir que se le conoce como «el príncipe de Marruecos».

Tras una investigación por parte del programa, el concursante podría haber mentido en su currículum vitae, pues se atribuye un master en gestión y administración de empresas en una prestigiosa universidad malagueña que realizó mediante un curso de dos años, cuando para esta titulación se requieren cinco años.

Otra de sus mentiras podría ser su restaurante en Hong-Kong, del cual presume constantemente y que, sin embargo, llega cerrado desde hace más de dos años, tal y como ha informado el programa. También presume de ser propietario de un hotel de lujo al que acuden rostros muy conocidos y donde las investigaciones del programa han determinado que la noche cuesta unos 65 euros. Muy lejos de lo que el concursante comenta.