A veces sucede que nos sentimos atraídos por las personas equivocadas, por personas de las que no somos correspondidos o de las que no deberíamos por razones éticas. De alguna manera a nuestra razón no le parecen suficientes motivos para evitarnos atravesar esta clase del calvarios. Sabemos que será imposible que esa persona comparta su vida con nosotros y sin embargo no dejamos de sentir esas irremediables atracciones físicas, mentales o ambas.
Nuestra protagonista de hoy se llama Martina, desde hace unos meses esta sintiendo atracción física y mental por su suegro, además, cree que él también la siente. Siempre intenta estar cerca de él y afirma que se está convirtiendo el algo casi enfermizo. Pero no ve una salida feliz a su historia.
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