Samantha Butler-Hassan veía que el fin de semana se acercaba y no tenía ni planes ni amigos para llevarlos a cabo. Por eso, decidió mandar un mail a toda su empresa -de unas 15 personas- para organizar una caminata, aunque solo accedió un compañero en el departamento de desarrollo web.
La protagonista de esta historia, que compartía esta anécdota en redes sociales, pudo pensar en la mala suerte o mala acogida de su invitación, aunque seguro que ese fin de semana no lo va a olvidar nunca. ¡Ella y su compañero se acabaron casando!