La Comunidad de Madrid, que hasta ahora se mantenía al margen (junto a Canarias) de imponer a los ciudadanos el uso obligatorio de mascarillas, se suma a la tarea de frenar la expansión del virus imponiendo nuevas medidas y recurriendo a algunas que ya fueron efectivas durante la fase de desescalada.
Entre las novedades está el llevar consigo la cartilla COVID, una medida que la Consejería de Sanidad pondrá en marcha, tal y como ha anunciado la presidenta autonómica Isabel Díaz Ayuso.
La ciudad de Madrid quiere seguir poniendo en marcha el ocio y recuperando la vida rutinaria de sus ciudadanos, pero es necesario un control por parte del Gobierno para que la situación no se descontrole y los brotes vuelvan a sumir a la capital madrileña en la desesperación.
La cartilla COVID será una especie de cartilla vacunal que se entregará a aquellos ciudadanos que hayan desarrollado anticuerpos a la enfermedad y que se hayan hecho pruebas PCR que lo demuestren.
De esta manera, se evitará confinar a personas que están en condiciones óptimas para disfrutar de los centros de ocio o gimnasios, pudiendo demostrar su inmunidad y así hacer vida normal.
Algunos profesionales, no obstante, ya han comenzado a atacar esta medida, pues no aún no ha podido demostrarse cuánto dura la inmunidad al virus ni si este, al haber evolucionado, puede volver a contagiar a los que ya lo pasaron en la primera ola.
Esto de los «pasaportes de inmunidad» es muy mala idea por ahora.
👉🏽 Aún no conocemos cuánto tiempo dura la inmunidad frente al virus.
👉🏽 Tampoco conocemos cuál es la relación entre los niveles de anticuerpos y la inmunidad. https://t.co/l5JnMKHedH
— Principia Marsupia (@pmarsupia) July 28, 2020
Además de esta polémica medida de la cartilla COVID, Madrid refuerza otros puntos en su tarea por frenar los brotes. De esta manera, se suma a la lista de comunidades que imponen el uso obligatorio de mascarilla en todos los espacios, una norma aplicable a todas las personas a partir de los 6 años.
Además, se vuelve a controlar el aforo y las reuniones, no superando estas últimas las 10 personas, con el fin de evitar grandes aglomeraciones.
También vuelven a controlarse los horarios de los establecimientos de ocio, como ya se hizo durante la desescalada en numerosas comunidades, pasando a cerrar estos a la 1:30 de la madrugada. No obstante, a partir de la 1:00 debe denegarse ya la atención a nuevos clientes y anunciarles el cierre inmediato del local.