En una relación no hay que buscar el dolor de la otra persona, eso nunca debe reconfortar. Porque el amor no duele, y si duele, está claro que no es amor.
Esta situación de dolor es la que está viviendo Luis. Él está casado, pero su mujer lleva una doble vida desde hace siete años. Viven juntos con sus dos hijos, pero la relación entre el matrimonio es nula. Ella tiene engañado a todo el mundo porque nadie se cree la doble vida que mantiene con otros hombres. Incluso ha puesto a la familia de Luis en contra de él. A pesar de ello, Luis no termina con la relación por miedo y porque la siente como una amenaza para él. Ella sí que le ha dicho que tienen que divorciarse pero parece que nunca llega el día.