Luis Larrodera nos acerca los orígenes de las expresiones A Pies Juntillas y Apaga y Vámonos

Rodrigo Díaz

Una semana más, volvemos a indagar en los orígenes desconocidos de nuestros dichos y frases populares. ¿Alguna vez has utilizado «apaga y vámonos«? ¿Y «a pies juntillas»?

 

 

 

Sobre este último, su significado real no queda demasiado claro. Algunos lo atribuyen a la postura firme, propia de militares, con los pies paralelos y aspecto de seguridad. Sin embargo, hay quien relaciona su origen con un juego infantil en el que saltabas con los ojos tapados y siguiendo las indicaciones de un compañero.

Por su parte, retrocedemos unos cuantos siglos y nos vamos hasta Canadá para descubrir cómo dos sacerdotes optaban a ser capellanes. Ambos se apostaron quién daba la misa más breve, entrando uno de ellos en los anales de la historia por haber arrancado -y finalizado- diciendo «Apaga y vámonos».

 

«Solo te acuerdas de Santa Bárbara… Cuando truena»

 

Muy interesante este otro popular dicho, que nos acerca quién era la famosa Santa Bárbara. En el siglo III, esta mujer decidió convertirse al cristianismo, aunque a su padre no le hizo demasiada gracia. No solo la encerró en una torre, sino que llegó a cortarla la cabeza. Instantes después, la leyenda cuenta que a él le cayó un rayo en la cabeza.

 

 

 

Y despedimos con la frase «A rey muerto, rey puesto», historia que nos cuenta el periodista Luis Carandell. Felipe V, durante el asedio a Barcelona, decidió luchar en el propio campo de batalla. Cuando le intentaron frenar sus soldados, argumentando que rey «no hay más que uno», él contestó: «Otro habrá. A rey muerto, rey puesto».