Y es que se está abusando de los geles hidroalcohólicos que resecan enormemente la piel por su base elaborada con alcohol. La solución pasa por restringir su consumo -utilizar a cambio el agua y el jabón– e hidratar la piel de forma constante para evitar eccemas e irritaciones.
El uso de estos geles no debe realizarse más de diez veces al día, alternándolo con el lavado de manos con agua templada y el jabón.
Recuerda secar bien tus manos tras el lavado porque la humedad aumenta el riesgo de desarrollar eccemas. Hidrata tu piel después con crema y protégela -en esta época- del frio que es otro agente irritante.
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1ºAplicar en la palma de la mano una cantidad de producto suficiente para que llegue a todas las
6ºNo olvides tus pulgares: frótalos con un movimiento de rotación mientas los agarra la mano contraria. Hazlo con ambas manos.
7ºFrota las puntas de los dedos de la mano derecha contra la palma de la mano izquierda haciendo un movimiento de rotación. También con la otra mano.
8ºUna vez secas, tus manos son seguras.