La primera parada la hemos hecho en Brasil, donde una niña de once años se ha hecho con un certamen internacional de ballet. Y todo después de un intenso entrenamiento mientras estaba confinada.
Sophia Heringuer, protagonista de la historia, despejó el salón por completo, organizó un gimnasio particular y cogió su tutú. Gracias a eso, ahora se lleva clases online de una profesional y unas «puntas» firmadas.