Como un galán. Como un caballero. Cuando recites estos versos delante de tu pareja quedarás, como poco, como alguno de estos calificativos.
Sin poder comer por pensar en ella… Y sin poder dormir porque tienes hambre. Estos comentarios sobre «asmar» a tu pareja y quererla como los patos no han tenido todo el efecto deseado en el equipo atrevido.