Unos aficionados al diestro valenciano que desafortunadamente pensaron que la presencia de la estudiante de Derecho distraería las faenas de Ponce, lo cual no ocurrió.
No obstante, ante la presión y el calor del momento, Ana Soria acabó abandonando la arena granadina, acompañada de un amigo.
Lo que nadie sabe es que la razón real que causó la salida no fueron los abucheos, sino un fuerte mareo.
Como era de esperar, las redes y los medios se volcaron con este peculiar abandono de la joven almeriense, la cual horas más tarde decidió poner fin a las especulaciones con un duro comunicado en redes.
«Ayer me fui de la plaza de toros de Granada porque me encontraba MAREADA. La gente se mostró más que cariñosa conmigo. Nada de lo que han dicho es verdad«, sentenciaba.
Por el momento, Enrique Ponce no se ha pronunciado al respecto. A continuación, el mensaje completo.