La buena convivencia a veces puede verse mermada por el reparto de las tareas de la casa. Un asunto que en esta casa resuelven mediante un sano pique con el ping pong: «Hacemos muchas apuestas, así que quien pierde le toca fregar durante unos cuantos días».
Igual de sana es la relación entre Cristina Pardo y Ferreras, aunque le suelte algún zasca amistoso de vez en cuando. De esta manera, la periodista se acordaba del presentador de Al Rojo Vivo cuando Pablo Motos hablaba de los programas de cinco o seis horas en Alemania.