Isidro Montalvo se va a hacer pasar por el director del departamento de venta de objetos para hablar con una atrevida demasiado interesada en lo que vende su vecina del segundo.
Ella asegura que entra en esta plataforma por «distracción» y porque lleva tiempo en busca de una cómoda, pero las conversaciones que tiene guardadas nuestro compañero dicen lo contrario.
«No para de fijarse en lo que vende la del segundo, doña Magdalena», le achaca Isidro Montalvo, quien además le avisa de que tiene una nota de voz en la que «pone verde«.
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Lo peor de todo es que era una encrucijada; si colgaba la llamada el departamento le iba a cobrar supuestamente todas las visitas a la web. Menos mal que su hijo ha acabado confesándola que se trataba de una broma, porque ella ya estaba «nerviosa perdida».