La poesía del Niño Jesús que ha transportado al equipo de vuelta al instituto

Rodrigo Díaz

Nueva noche en vela de un Isidro Montalvo totalmente invadido por el espíritu navideño. ¡Estos versos lo confirman!

 

 

 

Algunos nos preguntamos por la insistencia de la Virgen María porque el pobre niño no se duerma, aunque esta vez hay motivos de sobra para no hacerlo.

No es por la visita de los pastores, la llegada de los Reyes Magos con ojos «muy largos, muy negros y muy claros»; en realidad, perderse una sección de Isidro recitando es todo un pecado.

Esta poesía ha llevado a Saray Esteso y al resto a la época del instituto con los pupitres de madera, donde se colocaban por debajo chicles masticados o incluso algo más desagradable: Mocos. ¿Tú también sientes nostalgia de esa época?