Y habrá un nuevo brote en otoño.
Zhang Wenhong, el jefe del comité de expertos de COVID-19 en Shanghái, China, es quién ha advertido de ello.
Según Wenhong, el coronavirus no desaparecerá este verano a pesar de que suban las temperaturas, como casi todos esperábamos. Resulta que este virus puede sobrevivir por debajo de los 50 grados. Por lo tanto, hasta que no lleguemos a esa temperatura ambiental -cosa bastante improbable en España- la supervivencia del Covid está garantizada.
Con estas perspectivas, el experto predice que habrá un nuevo brote después del verano y que la pandemia durará entre uno y dos años.
A pesar de que el brote se ha controlado en zonas como el Asia oriental y sudoriental, existen varias regiones que son bastante vulnerables al virus: «En la actualidad, las regiones más vulnerables son India, Sudamérica y África». Bajo su punto de vista, estos países tienen condiciones médicas «relativamente atrasadas» y «una dieta y nutrición deficientes«.
Las claves para hacer frente al coronavirus siguen siendo la distancia social, higiene, dieta, descanso y ejercicio.
Lavarse las manos con agua y jabón es la mejor forma de eliminar los microbios en la mayoría de las situaciones. También es eficaz un desinfectante de manos que contenga al menos un 60 % de alcohol pero no es necesario si tenemos agua y jabón a nuestra disposición.
Mantener una distancia de seguridad con otros viajeros de transporte público y en el centro de trabajo, idealmente 2 metros, nunca menos de 1 metro. Además, el ministerio aconseja el uso de mascarillas «higiénicas» en caso de viajar en transporte público.
Guardar las medidas de higiene máximas en espacios de trabajo.
Dormir lo suficiente y no quedarse despierto hasta muy tarde para evitar la fatiga y cuidar nuestra dieta. Es importante comer suficiente proteína al día: «Se deben garantizar al menos dos huevos, dos vasos de leche, una comida con pescado y una comida con vacuno al día».
El ejercicio físico es también importante para mantener fuerte el sistema inmunológico.
El yoga por ejemplo es una práctica perfecta para tener en equilibrio tu cuerpo y tu mente. Te ayuda a perder peso, a mejorar tu flexibilidad y a mantenerte saludable, entre otras cosas. En muchas ocasiones se ha considerado que el yoga es una práctica en la que únicamente se trabaja el físico y se ha dejado de lado los beneficios que puede tener sobre nuestra mente. Pero consigue que nos mantengamos en armonía con todo nuestro cuerpo y por lo tanto que nos sintamos bien con nosotros mismos.
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