Esta es una de las últimas reflexiones que los chicos de La Oreja de Van Gogh han compartido estos días. No todo es blanco o negro y eso solo se aprende con el paso de los años y las experiencias que vamos viviendo.
La banda relacionaba en sus redes sociales este hecho con el de que «cada vez nos cuesta más escribir una canción» pues, aunque la manera de ver la vida de sus miembros haya cambiado, «las canciones siguen durando los mismos tres minutos que cuando teníamos veinte años«.
Pero no hay que preocuparse porque, si algo nos ha demostrado la banda a lo largo de todos estos años, es que sus canciones siempre acompañan. «Os podemos asegurar que, cuando lo conseguimos (escribir una canción), no hay sensación que se le parezca«, compartían en la misma publicación.
Porque saben interrogarse a sí mismos, escucharse y plasmar los sentimientos y el embrollo que las personas solemos tener en nuestro interior en una pieza musical que, nada más nacer, se convierte en cómplice y abrazo para muchos.
Uno de los ejemplos más recientes es Abrázame, la canción con la que el grupo nos ha presentado una nueva etapa de la banda, un nuevo disco en camino al que abren paso con la petición de un abrazo, junto en un momento en el que el distanciamiento social nos impide darlos tanto como nos gustaría.
Estos días La Oreja de Van Gogh recordaba que se cumplían 22 años del lanzamiento de su primer disco. «Ya llevamos más años haciendo discos que no haciéndolos«, compartía la banda en sus redes sociales. Un hecho que Amaia Montero, antigua integrante, tampoco quiso dejar pasar por alto.