Un hecho paradójico aunque con mucho significado ya que viene a decirnos lo siguiente: estamos cerca de vencer, pero no nos despistemos.
De esta manera, la Organización Mundial de la Salud tiene claro que a pesar de los grandes avances en vacunación como los conseguidos por Pfizer o Moderna, esta guerra aún no ha terminado y volverá a traer consigo mucho dolor a principios de 2021.
Consciente del peligro incipiente, David Nabarro, enviado especial del organismo, avisaba ayer de ello en tono preocupante: «Ahora tenemos la segunda ola. Si no construye la infraestructura necesaria, tendremos una tercera ola a principios del próximo año».
Un mensaje con segundas, nunca mejor dicho, ya que el error principal según el doctor que llevó a Europa a tener una segunda ola tan destructiva fue el hecho de no prepararse bien durante los meses de verano, en los que según él, debería haberse invertido mucho más en reforzar los sistemas sanitarios.
«No construyeron la infraestructura necesaria durante los meses de verano, después de que pusieron bajo control la primera ola», declaraba durante su comparecencia.
En todo caso, toca seguir siendo responsables y arriesgar el mínimo de vidas posibles.