La veremos sonreír y brindar, claro que sí, pero desde una perspectiva diferente a la que todos recordamos, algo más seria y contenida de lo habitual.
Ella, transparente como de costumbre.
Porque Ana no se esconde, nunca lo ha hecho, ni por dentro ni por fuera. La pérdida de su hijo ha sido un mazazo irreparable en su vida y aún con ganas seguir adelante, la actriz asegura que los telespectadores notarán un cambio visible en ella durante el programa de Nochevieja.
Así lo expresaba en las últimas horas, sin máscaras ni tapujos: «Ha sido un reto. Como si llevara viajando por la Luna no sé cuántos años y de repente volviera a la Tierra. No me veréis como antes, es lo que hay, se trata de mostrar lo que está en el interior».
No temas, querida Ana. De cualquier manera, veremos a un ser humano real con el que muchas personas podrán compartir desde casa, el dolor de este duro 2020.
¡España está contigo!