Es tal la popularidad del producto que la OCU ha publicado en su web un ranking compuesto por los mejores yogures de supermercado, clasificándolos en función de los siguientes criterios: valor nutricional, sabor y precio.
De esta manera, establecen una relación calidad/precio entre los diferentes contendientes, pues como ellos mismos afirman desde la organización: «Hay que evitar dejarse llevar por las marcas y priorizar la calidad nutricional».
A continuación, el podio con los tres yogures mejor valorados:
Para hablar de los orígenes del yogur hay que remontarse a poco antes del comienzo de la agricultura (Año 7000 AC). A nivel geográfico, casi todos los historiadores sitúan su nacimiento en Turquía, aunque también hay quienes lo ubican en los Balcanes, Bulgaria y Asia Central.
Respecto a su descubrimiento, se dice que fue algo fortuito. Resulta que los pueblos nómadas de aquella época transportaban la leche fresca animal en sacos hechos con piel de cabra.
El contacto entre la leche y dicha piel propició la aparición de bacterias acidas dentro de la misma leche, convirtiéndose esta última en una masa semisólida y coagulada. Al poco tiempo, se convirtió en uno de los alimentos básicos de los pueblos antiguos.
Casi 3o siglos más tarde, continúa siendo un éxito alimenticio en la civilización moderna, a través de nuevas fórmulas y propiedades.