Aunque ya hay posibilidad de moverse entre provincias, nuestra compañera todavía no encuentra billete dada la demanda estos días. Eso sí, espera que a Renfe no le de por regalar mascarillas como sí hacían con los auriculares: «A ver si solo se van a sujetar por una oreja«.
Al margen de los desplazamientos, a Eva y Qué no parece convencerle el nuevo aforo de playas, delimitando la zona por pequeñas parcelas e incluso por colores. Como bien dice la humorista, al final acabamos «jugando al parchís».