Marian Frías inicia su sección con una enigmática a pregunta a todos los atrevidos y atrevidas: Ante la adversidad, ¿cómo sois? ¿Sois zanahoria, huevo o café?
Para responder a la incredulidad de la gran mayoría, nuestra compañera justifica por qué ha elegido cada uno de los tres alimentos. Para ello, vamos a ponerlos todos a cocer con agua caliente.
Para la zanahoria, veremos que parece fuerte y dura a simple vista… Aunque al meterla en agua se vuelve débil. El huevo, sin embargo, tiene una reacción totalmente distinta, aparentando ser bastante maleable pero volviéndose rígido frente al agua caliente.
El objetivo: reaccionar como el café
¿Y por qué el objetivo es ser el café? Porque «alcanza su mejor sabor» cuando ha sufrido todo ese calor -o dolor- y ha llegado a su punto de ebullición.
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Y aquí viene la importante lección: Traslademos la metáfora al mundo real y cambiemos el agua caliente por una situación adversa. ¿Tienes una reacción positiva cuando las cosas se complican? ¿Te creas una coraza cuando llegan los problemas? ¿A que la metáfora de Marian Frías cobra todo el sentido ahora?