En ella nos encontramos con un vídeo lleno de vivencias cuya canción de fondo nos es muy familiar: Dieciocho. Porque tanto a él como a su equipo les queda más de una canción, y toda la emoción de los conciertos que están por venir.
Un horizonte aún lejano en el que Dani Martín solo se ve junto a ellos y ellas, siempre cerca: «Desde la emoción y el respeto que siento por ellos, les tiendo mi mano para todo. Volveremos a brindar a nuestro público nuestro nuevo show, nuestra manera de hacer las cosas con cariño«.
Bueno, con cariño y con esa chispa de locura que tanto nos gusta, Dani. Ya sabes, ¡lo que te dé la gana!
Por encima de todo, gracias por presentarnos a esta gran familia.
Cuando leemos el último discurso de Dani Martín, hay una emoción que destaca por encima del amor y la nostalgia y esa es la esperanza.
La esperanza de volver a estar unidos, equipo y público, su dupla favorita cuando sale de casa y llena al mundo con su música.
Una dulce visión a la que le ha puesto voz además de letra en la última versión coral de Color Esperanza.
Porque hoy Dani tienta al futuro con el corazón y eso solo puede llevarnos a un mañana lleno de felicidad.
Un mañana, con su arte y humanidad infinitos.