Según un estudio realizado por la Universidad de Yale en el que experimentan con ratones infectados, mantener una humedad relativamente alta en interiores sería una gran ventaja de cara a frenar el desplazamiento del virus a través del aire.
A estas alturas la ciencia y la vida nos ha demostrado de múltiples formas que las enfermedades víricas como las gripes o los resfriados aumentan en invierno. El Co-Vid 19 no es ninguna excepción en este aspecto.
El contagio por aerosoles (partículas que expulsamos tosiendo y estornudando) se produce a mayor velocidad en aires fríos y poco húmedos (alrededor del 20% de humedad relativa).
¿Cómo? Encontrando un equilibrio y buscando una humedad relativa entre el 40 y el 60% en la casa.
En los experimentos realizados en el estudio mencionado anteriormente, se destaca lo siguiente:
En conclusión, esta primavera deja que el calor entre en tu hogar, pero sin excesos. Ventila a menudo y mantén una humedad relativa equilibrada para frenar la transmisión del virus.