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Saray Esteso andaba en busca de una explicación lógica después de que le parasen más de la cuenta por su atractivo, desde que usa mascarilla. ¡Y vaya si la tiene!

Este estudio elaborado por la Universidad de Pensilvania no está llamándonos feos ni mucho menos. Pero sus conclusiones tras la investigación a más de 500 casos es que este protector facial nos está haciendo más guapos.

Hasta el 90% de los encuestados reconocía gustarle más la gente con mascarilla. Una atracción relacionada con la belleza simétrica que debemos intuir ya que la mascarilla nos está ocultando entre un cuarto y dos tercios de nuestro rostro.

Como bien explica Saray, no llegamos a localizar la asimetría en los rostros ajenos. Por tanto, creamos una «imagen mental» que rellena esa cara tapada y la lleva a una simetría perfecta. Simetría que, lógicamente, embellece la forma de todos los rasgos de la otra persona.

¿Están de acuerdo los atrevidos?

Esta misma cuestión se la hemos trasladado a los atrevidos y atrevidas, teniendo como resultado una valoración bien distinta a la de los científicos. Al carro de la «no mascarilla» se ha sumado un atrevido que asegura, con el ejemplo de su vecina, que «vale de muy poco si ya conoces la cara entera». Por otra parte, Puri compara esta situación con los ligues de una noche y el cambio de imagen al día siguiente.

A favor de Saray Esteso se encuentra otro atrevido orgulloso de las «miraditas» que se echa con algunas chicas, aunque desaparezcan una vez se quiten la mascarilla. Y al margen del debate estaba Verónica, que ha aprovechado el tema del día para lanzar un alegato en contra de aquellos que tapan unos dientes poco aseados. «Torcidos vale, pero sucios no puedo con ellos», reconoce.