¡Y no solo eso! La humedad que se genera crea a su vez una atmósfera de microorganismos que puede acabar provocando una infección respiratoria. A fin de cuentas, no dejarías de respirar un aire de muy baja calidad.
Con todo eso, Saray Esteso hace un último apunte: Nada de guardarles en una bolsa de plástico cuando las dejemos de usar. ¿Lo estabas haciendo hasta ahora?
Lo que recomiendan todos los expertos es cambiar de mascarilla quirúrgica cada cuatro horas, estén mojadas o no. La humedad que se produce por la respiración durante ese tiempo favorece el crecimiento de microorganismos y la posibilidad de que se conviertan en una fuente de infección. Si tu mascarilla es reutilizables, lávala bien y déjala secar antes de volver a utilizarla.