El hijo de la tonadillera confesaba que no estaba atravesando un buen momento y que con la pandemia habían aflorado antiguos problemas como su lucha contra la adicción o nuevos como una infidelidad a su mujer, Irene Rosales.
Confesiones que no fueron plato de buen gusto de Isabel Pantoja, quien irrumpió en directo mediante una llamada de teléfono para expresarle que eso que él estaba pasando «no es importante» comparado con lo que el país está viviendo en cuanto a la pandemia. «Lo tuyo se puede curar«, añadía esta.
Días más tardes una publicación de Kiko Rivera en su cuenta de Instagram revelaba que las cosas no se habían solucionado con su progenitora. Por primera vez, el hijo de Isabel Pantoja arremetía contra su madre. «Las palabras se las lleva el viento… 3 días y aún sigo esperando que vengas a darme un beso«, expresaba este junto a una imagen en la que aparecía cabizbajo.
Con una imagen muy similar, Kiko Rivera ha vuelto a compartir una publicación en la que se puede intuir que sigue distante con su madre. En ella señalaba sus mayores preocupaciones ahora mismo, que pasan por la música, su cuerpo, su mujer, sus hijas y, en definitiva, ser feliz.