Nueva bromita de un Isidro Montalvo que se hará pasar por farmacéutico para comentar los resultados recientes de la analítica de esta atrevida. ¡Escucha!
Aunque el inicial motivo de la llamada venía por un peligroso medicamento que había que revisar, la llamada ha acabado centrándose en el colesterol de esta atrevida.
De nada servía que insistiese en que no se ha hecho ninguna analítica recientemente ni que tuviese ningún familiar militar; el humorista seguía en sus trece y hasta la daba un toque de atención por la información que le había llegado sobre sus visitas al bingo.
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Conforme ella iba perdiendo la paciencia, Isidro Montalvo le iba proponiendo cosas cada vez más disparatadas. La gota que colmó el vaso fue la bolsa de ajos que le iba a entregar para que se los comiese crudos por la mañana. Qué poquita gracia le ha hecho la idea…