Este lema localizado por nuestro compañero dice lo siguiente: «Si doy, a la ruina voy. Si fío, aventuro lo que es mío. Si presto, al pagar ponen mal gesto. Para evitar todo esto; ni doy, ni fío ni presto».
Y razón no le falta, siempre y cuando te cueste hacer las cosas de manera desinteresada. La generosidad, a veces, está mal vista o incluso peor: Puede que los de tu alrededor se aprovechen de ella de mala manera.