«Te vas a encontrar pocos directores que te aconsejen esto», le explicaba el humorista ante un oyente que ya no sabía cómo decir ya que no era Genaro. De hecho, mucho tiempo ha tardado hasta perder la paciencia y mandar a nuestro compañero bien lejos.
Imaginaos que os llaman para ofreceros 30.000 euros de préstamos, pediros después que no lo aceptéis y finalmente preguntaros por la comida que tienes preparada para hoy. ¡Demasiado bien se ha portado el atrevido!