Con la primera atrevida no ha habido demasiada suerte. Tampoco con el segundo, que hasta ha tenido que amenazar a nuestro compañero para que dejara de insistir: «No llame otra vez porque la vamos a liar…».
Sin embargo, Isidro Montalvo ha dado en el clavo con la tercera llamada; una pobre mujer que asegura no poder dormir desde que tiene un problema con las tuberías. A ella, que le preocupa molestar al seguro, va a alucinar con lo que opinan de ella: «Cuando te pones a hablar, hay que echarte de comer aparte«.