Es cierto que casi siempre salen mal estas situaciones de estar con personas casadas, pero siempre cabe la esperanza de que alguien rompa esta premonición. Así fue el caso de Isabel, que después de 7 años con un hombre que estaba casado, ya puede presumir de pareja sin esconderse. Ella siempre le decía que se divorciase, pero hasta que él no vio que podía perder a Isabel si la situación no cambiaba, no se separó. Ahora, van a hacer un año de casados y viven juntos y felices. Este es el otro lado de la moneda que tan poco se ve, pero siempre está la ilusión de que el amor gané a todo lo demás.
*Texto Laura Trigo Ortega