Las nuevas tecnologías han facilitado mucho nuestras vidas, pero todo depende de quién las utilice. Ahora mismo es mucho más fácil ser infiel. Podemos llevar vidas paralelas sin que nuestro entorno tenga por qué enterarse.
Algo así le han hecho a Ignacio. El móvil de su mujer se estropeó y él le consiguió uno nuevo. Cuando ella le devolvió el anterior teléfono había desinstalado WhatsApp, algo que a Ignacio no le dio buena espina. Decidió recuperar los mensajes antiguos y encontró conversaciones con otra persona que le enviaba vídeos masturbándose. En ese momento, Ignacio entendió muchas cosas. Tres años antes, una conocida aseguró haber visto a su mujer saliendo con esta persona, pero él no quiso creerlo. Desde entonces, había comentarios y conductas de su pareja que no comprendía. Su divorcio se acaba de hacer efectivo y lo que más le preocupa son sus hijos de 9 y 12 años.
*Texto: María Aragonés