David Summers confiesa, en una entrevista con La Linterna, que ahora con los aforos reducidos hacer conciertos no es nada rentable. «Se hacen por un poco salvar la dignidad y ayudar al equipo técnico para que sigan trabajando…los aforos se reducen a una tercera parte, los cachés también, pero los gastos son los mismos.. y tú trabajas, recibes menos pero tu casero no te cobra la tercera parte por tu alquiler o el banco por tu hipoteca. Tus impuestos, tus gastos siguen siendo los mismos. Es desastroso«.
El cantante de Los brazos en cruz denuncia el pasotismo institucional con respecto a la música que viene de largo, no es de ahora… «y somos 700 mil personas las que nos dedicamos a esto, comemos de esto«.
«Nos metemos en el taller para hacer un disco bueno, con toda la calma del mundo y ver si en marzo podemos sacarlo y con un poco de suerte en verano empezar a girar porque todo haya vuelto a la normalidad», explica.
Y es que esta «normalidad» que se vive con la pandemia parece no tener final… por eso hay que seguir trabajando, porque la vida no se puede parar. Esta «anormalidad idiota» confiesa, no le gusta nada.