Más de 30 años después, sus canciones siguen marcando a nuevas y viejas generaciones, que desde la distancia viven el pasar y el pesar de estos días inciertos.
Aunque si hay una certeza en todo esto, es que la voz de Ana Torroja nos calma en mitad de la tormenta.
Ana Torroja es imparable y ni siquiera el coronavirus es capaz de frenar su instinto creativo. En las últimas semanas la hemos visto hacer de todo: compartir un diario audiovisual, hacer ejercicio, leer, bailar…
Siempre ha sido una mujer valiente y lo sigue demostrando incluso en los momentos más confusos y difíciles. ¡Vaya ritmo!
Porque la actitud marca la diferencia y la ex componente de Mecano es una fuente de energía positiva. Una energía que atrae hacia su vida en esta etapa realizando ejercicio físico o relajándose con su libro favorito.
Ejemplos que definen a la perfección la gran lección de este aislamiento: la felicidad está en los pequeños detalles del día a día.
¿A qué esperas para disfrutarlos? Ana Torroja es maestra en la materia. Ella, hija de la vida.