Como en cualquier primera cita, las primeras impresiones son fundamentales y todos los actos y palabras servirán para que el otro saque conclusiones sobre quien tiene delante y decida si puede congeniar con él/ella o no.
A Mariant tan solo le hizo falta un segundo para darse cuenta de que Omar no era su alma gemela, algo en lo que ha tenido mucho que ver ¡Pablo López!
Sí, como lees. Cada uno establece sus prioridades y el artista malagueño es alguien muy importante para la mallorquina. Por eso le preguntó a Omar por sus gustos musicales. Él le había confesado que trabajaba creando música, por lo que vio que era un buen tema de conversación.
«Me dice que es productor musical, que tiene un estudio de grabación y que toca el piano y no sabe quién es Pablo López«, comentaba indignada tras la cena. «Va y me lo confunde con Pablo Alborán. Ya no tiene nada que hacer conmigo«, añadía.
Ese detalle, confesaba, hacía que restara todos los puntos que había ganado por otro lado. Y así se lo hizo saber a la hora de tomar una decisión final. «Que viajes me gusta, que no conozcas a Pablo López no«, le comentó esta.