Lo tradicional suele ser comprarlo en pastelería o tomarlo fuera, pero cuando pruebes éste y encima hecho por ti mismo/a, ¡tus 6 de enero cambiarán para siempre!
Lo primero que debemos intentar es conseguir el hojaldre en láminas redondas, para agilizar el proceso. Si no fuera posible, deberemos cortar la parte exterior del hojaldre para darle la típica silueta redonda (un molde o bol pueden ser de ayuda).
Una vez tengamos los dos aros listos, precalentamos el horno a 190 grados, con la función de calor únicamente en la parte inferior, para así mantener fría la masa de hojaldre.
Mientras se hornea la parte superior del hojaldre, cogemos un recipiente de cristal y mezclamos la nata y el queso crema (con batidora eléctrica para facilitar el proceso). Mientras batimos, vamos añadiendo el azúcar glas hasta que quede una masa uniforme y con picos.
Ahora, el toque final. Introducimos la nata y las sorpresas que nos apetezcan (como el rey y la haba, por ejemplo) dentro del hojaldre, y cubrimos con el aro superior. Si queremos, también podemos añadir por último la polémica fruta escarchada, ahí ya según gusto.