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Éxito con una vacuna experimental frente al coronavirus ¿Es el principio del fin?

Noelia Bertol

La noticia más alentadora de los últimos meses. Una vacuna experimental desarrollada en la Universidad de Oxford genera una respuesta esperanzadora en la carrera por conseguir la vacuna para la COVID-19 tras los resultados de uno de los primeros ensayos con humanos en los que se ha observado que genera inmunidad frente al coronavirus. 

La prueba ha sido realizada con una muestra de más de mil personas de entre 18 y 55 años de edad y se ha determinado que esta es segura, pues no ha causado efectos graves en los voluntarios, tal y como ha publicado la revista médica británica The Lancet.

Esta vacuna experimental está desarrollada por la Universidad de Oxford en base a una débil versión de un adenovirus característico del resfriado de los chimpancés. La función de esta es entrenar el sistema inmune para crear una barrera de protección frente al virus mediante anticuerpos que lo neutralicen y linfocitos T, los cuales se encargan de destruir las células que ya han sido infectadas.

¿Es el principio del fin?

 

Aunque los datos son esperanzadores, la líder de la investigación, Sarah Gilbert aseguraba en un comunicado que «todavía queda mucho trabajo por hacer antes de que podamos confirmar que nuestra vacuna ayudará a hacer frente a la pandemia de la CoVid-19«. No obstante, es un gran paso inicial que ayuda a esclarecer el oscuro camino que llevamos meses recorriendo.

De momento, la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca continúan realizando pruebas para verificar la efectividad de la vacuna. La siguiente muestra pretende llevarse a cabo con una muestra mucho mayor, aunque la escasez de contagios en la zona de Reino Unido en la que se está llevando a cabo la investigación dificulta el avance. No obstante, ya se cuentan con hasta 7.000 voluntarios, 5.000 de ellos en Brasil y los 2.000 restantes en Sudáfrica.

Photo by CDC on Unsplash

Entre muchos factores, la vacunóloga Gilbert y el equipo de investigadores tienen en cuenta la evolución del virus, pues este ya no es el mismo que hace ocho o nueve meses, cuando aparecieron los primeros infectados.

Como este grupo de científicos, otros muchos alrededor del mundo tienen el mismo objetivo. Se trata de una carrera contrarreloj por una misma causa común: acabar con el avance del virus de manera definitiva.

Sea como sea, los resultados de este estudio de Oxford encienden una luz de esperanza en la población y sirven para demostrar que cada día estamos más cerca del final de la pesadilla.