¿Te parece que es algo propio de una abuelita venerable? Te equivocas, tejer tiene muchos más beneficios de los que crees.
Además del más obvio, hacerte tu propia ropa o incluso ropa para regalar, las manualidades en general pueden ayudarte si tienes ansiedad o depresión a rebajar los niveles de stress, además de proteger tu cerebro de los daños causados por el envejecimiento.
Aunque no hay demasiados estudios al respecto, los neurólogos han apreciado que hay ciertas actividades cognitivas cómo resolver crucigramas o tejer que tienen efectos beneficiosos para la salud mental.
¿Sabías que…
Existen diferentes tipos de agujas: rectas, circulares y de doble punta. Además, poseen diferentes tamaños y se fabrican con diversos materiales. Cada tipo de aguja depende del tipo de hilo con el que vayas a tejer y la clase de punto que quieras conseguir.
te relajas
Tejer no sólo te divierte sino que también te relaja, esto es lo que se deduce de un estudio realizado por la ONG británica Knit for peace en la que más de 22.000 personas colaboran tejiendo para personas necesitadas.
El estudio, realizado con una muestra de mil tejedores, demostró que el 92 por ciento mejoraba su estado de ánimo, mientras que al 82 por ciento les ayudaba a relajarse.
Al ser una acción repetitiva provoca un efecto relajante similar al del yoga o la meditación.
El psicólogo Mihaly Csikszentimihalyi afirmó que mientras tejes surge fluidez y describió como fluidez: «unos cuantos momentos en el tiempo donde te absorbe tanto una actividad que nada más parece importarte».
Comprobar que podemos conseguir crear nuestras propias prendas nos ayuda a mejorar la autoestima y contribuye a darnos seguridad en nosotros y en nuestras capacidades.
Nos obliga a estar concentrados constantemente (elegir la lana, el diseño…) ejercitando así la mente continuamente y estimulando las neuronas, lo que previene problemas neuronales y retrasa el envejecimiento cerebral.
Favorece la agilidad mental y la coordinación al tener que ir cruzando hilos y aprendiendo técnicas más difíciles, lo que nos obliga a coordinar más y mejor para no equivocarnos.
Al resultarnos una actividad agradable reduce las hormonas del estrés y la presión sanguínea y aumenta los niveles de endorfinas y dopamina.
En un estudio realizado con más de 3.500 tejedores, publicado en The British Journal of Occupational Therapy, el 81% de los encuestados respondieron que se sentían más felices después de tejer.
Mientras tejemos mantenemos activo nuestro cerebro, además de nuestros sentidos y nuestras manos y nos obliga a estar concentrados, lo que ayuda a reducir la tensión muscular y así la sensación de dolor.
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Por eso es una terapia muy beneficiosa para el tratamiento de enfermedades reumáticas cómo artritis o artrosis, cuándo esta afecta a las manos, tejer puede ayudar a evitar la rigidez, la inflamación y el dolor ya que el movimiento de las manos ralentiza la degeneración asociada a estas enfermedades.
Unas cuantas razones para comprarte un par de agujas y un ovillo.
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