Esto es lo que debes hacer cuando tu conexión Wifi no llega bien a todos en casa

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En los tiempos que corren, tener un buen Wifi es casi indispensable para subsistir y más en cuarentena. Teletrabajar, hacer videollamadas con los familiares o hacerse un maratón de series se han convertido en elementos imprescindibles en las rutinas de millones de personas.

No obstante, todos hemos vivido ese inoportuno y molesto momento en el que nuestra conexión Wifi da fallos a causa de la cantidad de personas que se encuentran conectadas en casa al mismo tiempo.

Un problema clásico del primer mundo que a la mínima causa quejas y discusiones en el ámbito familiar o de convivencia en general. «Llama al servicio técnico, desconéctate un rato, es que mi cuarto está muy lejos, etc».

Por suerte, hay formas de solucionar este entuerto tecnológico y por eso hoy te daremos tres fáciles consejos para optimizar las posibilidades de tu conexión.

1. Revisa la localización de tu router

Como con cualquier otro tipo de conexión, existen obstáculos que pueden frenar la llegada de las ondas a tu dispositivo.

Por eso, verifica que tu router no se encuentre cerca ni de elementos grandes de metal como un frigorífico o paredes maestras.

También puedes intentar desplazar este tipo de objetos en tu cuarto si se encuentran en la dirección invisible entre el router y tu ordenador, móvil o tablet.

2. Elegir la banda correcta si tu Wifi es dual

Existen routers que ofrecen dos tipos de conexión Wifi: la de 2,4 GHz y la de 5 GHz. Mientras que la primera es menos potente pero abarca más cobertura, la segunda ofrece más velocidad pero menos alcance.

Si dispones de este tipo de router, vete probando hasta encontrar la que mejor se adapte a tus necesidades.

3. Comprar un amplificador de señal

Si con ninguna de las anteriores soluciones conseguimos resultados, también podemos comprar un dispositivo PLC que se enchufa a la red eléctrica de cualquier habitación, ampliando el alcance de la señal Wifi en dicha estancia.

El precio de estos amplificadores varía desde los 30€ hasta superar los 150€, según calidad y potencia, como en el resto de dispositivos electrónicos.