Escucha tus audios de WhatsApp antes de enviarlos con este sencillo truco

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Seguramente te ha pasado en numerosas ocasiones. Has parado de grabar un audio de WhatsApp porque no te gustaba cómo te estabas expresando e incluso has llegado a ensayarlo en tu cabeza como si se tratara del discurso de agradecimiento de un Goya. Así una y otra vez hasta que crees que es digno de envío. 

Nos pasa con los mensajes de texto, que leemos y releemos en muchas ocasiones lo que vamos a mandar, ¿cómo no nos va a ocurrir con los audios? Sin embargo, estos parece que los tienes que grabar bien a la primera. Si no, tienes que volver a empezar.

Pues no. Hay un truco que te permite escuchar los audios antes de enviarlos y que te va a hacer ahorrar bastante tiempo. Te contamos cómo hacerlo.

Pruébalo en tu móvil

¿Cuántas veces te ha pasado que has querido resumir algo tanto que no sabes si  lo has explicado bien? Con este truco podrás comprobar que no te has ido por los cerros de Úbeda ni te has saltado datos importantes antes de enviar el mensaje a esa persona.

Es efectivo en todos los teléfonos móviles, independientemente de su marca o sistema operativo. Ponlo en práctica con alguien de confianza para asegurar que es efectiva.

Abre un chat de WhatsApp y graba un audio normal, deslizando el dedo hacia arriba hasta que aparezca el candado, dejándonos así liberar el pulgar de la pantalla y seguir hablando con total normalidad.

Cuando creas que ya tienes el mensaje que quieres hacerle llegar a esa persona, en lugar de darle a enviar (que parece la única manera de detener la grabación), tendrás que ir hacia la pantalla anterior, la del conjunto de chats, presionando la flecha que aparece en la parte superior izquierda.

No temas. El audio no se ha perdido. Si vuelves a entrar en la conversación de la persona a la que intentabas mandar el mensaje de audio, te darás cuenta de que este sigue ahí, sin enviar, pero ya detenido y listo para que puedas escucharlo antes de hacérselo llegar.

Una vez aquí puedes escuchar el audio e incluso eliminarlo si consideras que no está a la altura. Y así cuantas veces consideres hasta que tengas el archivo perfecto para enviar. Un truco sencillo que seguro pondrás en práctica a partir de ahora.