Haciéndose pasar por dos personas, nuestro compañero va a provocar una conversación de lo más surrealista. Ya veis lo que le ha costado a este pobre oyente explicarse y responder a las preguntas de un supuesto comprador.
Y mira que hay que tener paciencia para no entender absolutamente nada durante minutos… Y seguir atento a la llamada. Por si el primer interesado no fuera suficiente, ahora llega Isidro Montalvo con la voz normal aplicando su «dakitú«. ¡Pobre atrevido!