Aunque te pienses que ya han quedado inútiles, puedes darles una segunda vida a través de un remedio muy sencillo. Para ello, necesitarás un pequeño recipiente, como el tamaño de un plato de café, y el agua del grifo.
Una vez tengas localizado ese recipiente, es momento de colocar el cartucho y echar agua caliente para que moje solo la superficie de abajo. Tal y como señala Patricia Imaz, evita a toda costa que el agua llegue a los puntos o a los laterales.