En el primer caso, Rocío estaba harta de ver el dinero que se estaba dejando su marido por un camión que venía por fascículos. El problema es que anuló la suscripción y no le avisó: «Sigue esperando las piezas pero no sabe que nunca le va a llegar».
Desde Soria, el atrevido Santi nos narra una historia que nos va a sonar a más de uno y una. De todos los cromos que regalaban con el paquete de yogures, solo le faltaba uno. Esa dichosa pieza que nunca ha llegado a encontrar y que, curiosamente, sí tenía un amigo de su infancia. «Ese año mi padre dio de comer a 20 familias», confesaba.
Begoña es la excepción de entre todos nuestros oyentes porque sí la tiene completa, al menos de momento. Y decimos de momento porque ella acumula calendarios de bolsillo desde el año en el que nació hasta la actualidad.