«Del lejano Oriente vienen tres camellos: Melchor y Gaspar van los primeros, detrás Baltasar… El más pequeño», comenzaban estos versos que, por un momento, pueden descuadrar a más de uno. ¿Desde cuándo Baltasar era pequeñito?
Al margen de eso, pronto entenderemos por qué esta poesía recalca ese hecho, explicando que dado su tamaño, él se encarga de transportar los sueños; los mismos que permiten al niño Jesús ilusionarse con los caramelos y juguetes que le traían los otros dos Reyes Magos.ç