De todos las historias de los oyentes, deducimos que triunfa el pijama o el «pijándal» que menciona Luis Larrodera y que tanto uso le estamos dando en estos días. Es el caso de Adela, Alejandro, Consuelo o Tito.
Y si no es chándal, son los «leggins» de Merche o unas mallas deportivas como las de Verónica. Resulta muy divertido cómo juega con las prendas para escaquearse de las videollamadas y así tener una excusa para colgar.
En el caso de Elena, desde Las Palmas, no se trata de un atuendo, sino de varios que ha ido probando durante el confinamiento gracias al enorme repertorio que dispone.