La bromita bien podría haber ido hacia una revisión telefónica dado los problemas de sonido que existían al comienzo, aunque el sacerdote no quería perder protagonismo y ha querido explicarle a esta chica los problemas con algunos fieles que siguen acudiendo a misa sin mascarilla.
«Yo siempre les digo que la deben traer, que si no entran no les puedo atender», respondía la atrevida, consciente de que no a todos les sienta bien que les llamen la atención… Aunque se lo merezcan.