Y parece haber dado en el clavo llamando a esta atrevida. No por descubrir una voz única o una fiel creyente, sino porque tiene la posibilidad de comer hoy unas deliciosas judías blancas con chorizo y tocino.
Solo hay que ver la manera de nuestro compañero de hablar de ese plato para saber que cogería ahora mismo un taxi y se iría de visita a comer a casa de esta oyente.