Ya sabemos que el Padre Montalvo tiene buen apetito y, siempre que puede, llama a los fieles para preguntar por comida.
A este ritmo, acaba cenando la Nochebuena con algún generoso atrevido. Porque no hay hombre o mujer al que llame para preguntar por lo que preparan para ese 24 de diciembre. En el caso de esta atrevida, una sopa de almendras como primer plato: «Somos muy de picar«, reconocía.
Al margen del menú navideño, el compañero de Isidro Montalvo ha agradecido la responsabilidad de esta mujer, que cumplirá las restricciones de aforo en las reuniones familiares.
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¡Y cuidado con los polvorones! No lo decimos por ella, sino por el párroco que, entre misa y misa, se mete unos cuantos para el cuerpo. No se corta con un hacha y la atrevida hasta le ha llamado la atención con su «saque«: «Hay que tener cuidado», le pedía.