Luis Larrodera nos explica cómo estos eran avisados antiguamente para casi cualquier tipo de problemas. Su labor no se limitaba a sofocar fuegos y sí para muchos otros asuntos cotidianos.
Lo más sorprendente es que eran los primeros a los que llamaban gracias al ingenio que desarrollaban con cada conflicto. Sus ideas, aunque algo estrambóticas, acababan teniendo un enorme éxito.
También hablamos de fortuna, aunque en el mundo del teatro basta con la experiencia que muchos identifican con «tener tablas». Una frase muy popular en el mundo teatral y que guarda su origen también allí. Hacía referencia a los actores con gran «maestría» que tenía o pisaba bien esas tablas del escenario.
Incluso los más veteranos han tenido también un día malo. Lo más importante es que no te «toque la negra«, un popular dicho utilizado desde la Grecia Clásica. Por aquel entonces era común tirar habas blancas y negras para predecir si las divinidades te traerían alegría o desgracia.
Ni plumeros ni plumaje ni nada que se le parezca. Esta frase a la que recurres cuando quieres romper con todo y ponerle fin a un asunto de manera radical, guarda relación con la escritura de pluma y tintero.